1/19/2010

La Siesta

Dejé el romanticismo de lado para contar mi pequeña odisea (?) a la hora de la siesta. Después de almorzar como cualquier humano me pintaron esas ganas incontrolables de dormir la siestita, vi el soleado clima en mi jardín y decidí tirarme en una de las sillas de madera con un libro (Alejandro Magno). Todo hermoso, tranquilo, los pajaritos cantando y yo descansando como ninguna. Hasta que al parecer los pajaritos tuvieron una revuelta en el techo y empezaron a aletear y pitar como desquiciados mentales con plumas; suspiré y me dije: son solo pajaritos. Pero, después, al sonido insoportable de estos animalitos con alas se le sumaron los gritos de la vieja de al lado, quien al grito de “JUAANCITO” perseguía a su pobre nieto por toda la casa. La mujer de la prominente voz siguió gritando y llorando, a todo esto se le sumo el llanto de sus nietos que además gritaban cada dos segundos; suspiré y me dije: Ya se van a callar (Pero ¡no!). Con Magno es mis manos y los gatitos de mi abuela jugando a meter las patitas entre los espacios de la silla de madera para tratar de agarrarme con esas filosas uñitas que tienen decidí finalmente meterme en mi cama, así lo hice creyendo que por fin iba a tener mi preciado momento de paz, pero cuando yo ya estaba acostada agradeciendo lo acolchado que estaba mi colchón y cayendo en un sueño profundo, el sonido de la música infantil del teléfono resonó en toda la casa despertándome, esperé a que alguien lo atendiera pero nadie lo hizo, así que rendida me levante y lo atendí, era “el pibe del lavarropas”, insulté para mis adentros al pobre flaco. Y ahora estoy acá sentada, frente a la computadora escribiendo todo esto, con los ladridos de la bestialidad de perro de al lado y los agudos de un caniche respondiéndole, con un vaso de jugo y unas ganas terribles de dormir, pero yo sé que muy pronto van a tocar el timbre y mi preciada siesta se va a arruinar, otra vez.

1 comentario:

  1. hey hey you you, actualiza el blog :( jajaja extraño comentarteeeee

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